EL GRAN TEATRO GRIEGO DE SAGITARIO
En relación con nuestro proyecto europeo, vamos a realizar un proyecto de trabajo en torno al teatro griego y la mitología.
OBJETIVOS:
1. Conocer las características generales del teatro griego.
2. Conocer cómo era un teatro griego (el edificio).
3. Distinguir tipos de obras de teatro.
4. Conocer el papel de los actores, el coro y el público.
5. Conocer un mito griego.
6. Buscar representaciones artísticas del mito (de diferentes estilos).
7. Preparar la representación del mito del minotauro para alumnos del Colegio.
TAREAS:
PRIMERA PARTE:
Dividiremos la clase para realizar la primera parte del trabajo en dos grupos
Grupo 1
Utilizando la información de los enlaces que os pongo a continuación tendréis que realizar una buena presentación sobre los siguientes aspectos del teatro griego:
a) ¿Cómo se originó el teatro en Grecia?
b) ¿Cómo y cuándo aparecieron los actores? ¿Cuántos solían aparecer? ¿Qué tipos de papeles existían? Busca información sobre Tespis.
c) ¿Qué era el coro? ¿Qué papel tenía en los inicios del teatro? ¿Qué papel tenía en las obras del período clásico?
d) Explicar que es la Tragedia y qué es la Comedia, y sus características y diferencias.
e) ¿Por qué se utilizaban máscaras? ¿Cómo eran?
Grupo 2.
a) Describir cómo era un teatro griego (el edificio), mostrando sus partes y las funciones que tenía cada una.
b) Buscar imágenes de los teatros griegos más representativos y que se conservan en mejor estado en la actualidad.
c) Indicar en un mapa del Mediterráneo dónde los encontraríamos.
d) ¿Quiénes fueron los autores de teatro clásico griego más importantes? Buscar una breve información sobre ellos y sus obras más importantes.
ENLACES SOBRE EL TEATRO GRIEGO
WEB 1
WEB 2
WEB 3
WEB 4
WEB 5
WEB 6
SEGUNDA PARTE: Conocemos un mito griego y lo representamos.
Vamos a conocer la leyenda del laberinto de Creta y del minotaruo, enlazada con la de Dédalos e Icaro.
Para ello leeremos y estudiaremos en clase diversas versiones del mito, y la versión teatralizada editada por Aurelio J. Fernández ("Dramatizaciones de mitos y leyendas griegas", Editorial Ñaque.
El objetivo es preparar una representación del mito que nuestro alumnado representará a los alumnos de Primaria de nuestra escuela.
Por ello nos interesan sobre todo las versiones mejor adaptadas a un público infantil.
En los siguientes enlaces se pueden encontrar referencias al mito.
ENLACES:
RZ100
RZ1001ARTE
SINALEFA
LABOLAB
AQUÍ TENÉIS UNA BUENA VERSIÓN:
EL LABERINTO DE CRETA
Cuenta
la leyenda que Poseidón, dios de los océanos, obsequió a Minos, rey de Cnosos
(Creta), con un magnífico toro blanco para que se lo ofrendara en sacrificio,
pero éste, no sabemos por qué oscuras razones, se apropió del animal.
Para
vengarse, Poseidón hizo que Pasífae, esposa de Minos, se enamorara perdidamente
del toro, que se dejó querer. De tales amores, Pasífae dio a luz al Minotauro,
de cuerpo humano y cabeza de toro, que rápidamente y en obediencia al oráculo
pertinente, fue escondido de las miradas curiosas.
Para
ocultar su vergüenza, se dice que Minos encargo a Dédalo la construcción de un
vasto palacio con un laberinto del que fuera imposible escapar.
En
cada novilunio había que sacrificar un hombre al Minotauro, pues cuando el
monstruo no satisfacía su apetito, se precipitaba fuera para sembrar la muerte
y desolación de los habitantes de la comarca.
Un
día, el Rey Minos recibió una trágica noticia: su hijo Androgeo acababa de
morir asesinado en Atenas. Minos clamó venganza, reunió a su ejercito y lo
envió a Atenas para iniciar el ataque.
Atenas,
al no estar preparada, no pudo ofrecer resistencia y solicitó la paz. Minos,
con severidad dijo: “Os ofrezco la paz, pero con una condición: cada nueve
años, Atenas enviará siete muchachos y siete doncellas a Creta para que paguen
con su vida la muerte de mi hijo”.
Aquellos
jóvenes serían arrojados al Minotauro para que los devorara. Los atenienses no
tuvieron más remedio que aceptar aunque con una única reserva: que si uno de
los jóvenes conseguía matar al Minotauro y salir del laberinto (cosa poco menos
que imposible) no sólo salvaría su vida, sino también la de sus compañeros, y
Atenas sería eximida de dicha condena.
Dos
veces pagaron los atenienses el trágico tributo. Se acercaban ya el día en que
por tercera vez la nave de velas negras, signo de luto, iba a surcar la mar.
Entones, Teseo, hijo único del rey de Atenas, Egeo, ofreció su vida por la
salvación de la ciudad.
El Rey
y su hijo convinieron en que si a Teseo le favorecía la suerte, el navío que
los volviera al país enarbolaría velas blancas.
La
prisión en Creta, donde Teseo y los otros jóvenes fueron alojados como
prisioneros lindaba con el parque por donde las hijas del Rey Minos, Ariadna y
Fedra, solían pasear. Un día el carcelero avisó a Teseo que alguien quería
hablarle. Al salir, el joven se encontró con Ariadna, quien subyugada por la
belleza y la valentía del joven decidió ayudarle a matar al Minotauro a
escondidas de su padre. “Toma este ovillo de hilo y cuando entres en el
Laberinto ata el extremo del hilo a la entrada y ve deshaciendo el ovillo poco
a poco. Así tendrás una guía que te permitirá encontrar la salida”. Le dio
también una espada mágica.
A la
mañana siguiente, el príncipe fue conducido al Laberinto, tomó el ovillo, ató
el extremo del hilo al muro y fue desenrollándolo, a medida que avanzaba por
los corredores.
Tras
mucho caminar, penetró en una gran sala y se encontró frente al temible
Minotauro, que bramaba de furor se lanzó contra el joven.
El
Minotauro era tan espantoso, que Teseo estuvo a punto de desfallecer, pero
consiguió vencerle con la espada mágica. Le bastó luego seguir el hilo de
Ariadna en sentido inverso y pronto pudo atravesar la puerta de salida.
Teseo
salvó su vida, la de sus compañeros y liberó a su ciudad de tan horrible
condena. Dispuestos ya a reembarcar, Teseo llevó a bordo en secreto a Ariadna y
también a Fedra, quien no quiso abandonar a su hermana mayor.
Durante
el viaje y tras una feroz tormenta tuvieron que refugiarse en la isla de Naxos.
Vuelta la calma, emprendieron el retorno, pero Ariadna no aparecía. La
buscaron, la llamaron, pero fue en vano. Finalmente abandonaron la búsqueda y
se hicieron a la mar.
Habían
zarpado cuando Ariadna despertó en el bosque, después de caer extenuada por el
cansancio. De pronto, y rodeada por una monumental ceremonia se le apareció el
joven más bello que nunca antes haya visto. Era Dionisios, dios del vino, quien
le ofreció matrimonio y hacerla inmortal.
La
joven aceptó y después de un viaje triunfal por la Tierra, el dios la llevó a
su morada eterna.
Al
mismo tiempo, Minos, encolerizado por la fuga, encarceló a Dédalo y a su
hijo Ícaro en el laberinto.
Aunque
los prisioneros no podían encontrar la salida, Dédalo fabricó unas alas de cera
para que ambos pudieran salir volando del laberinto. Ícaro, sin embargo, voló
demasiada cerca del sol; sus alas se derritieron y cayó al mar. Dédalo voló
hasta Sicilia, donde fue recibido por el rey Cócalo.
Minos
persiguió después a Dédalo pero las hijas de Cócalo lo mataron.
En
tanto, en Atenas cundía la tristeza. El anciano Rey iba todos los días a la
orilla del mar, esperando ver a su hijo retornar. Al fin, el barco apareció en
el horizonte, pero traía las velas negras pues Teseo, abatido por la
desaparición de Ariadna había olvidado izar las velas blancas, signo de su
victoria.
Egeo
se desesperó, y loco de dolor, el rey se arrojó al mar que desde entonces
lleva su nombre. Pasó el tiempo y los atenienses reunidos en asamblea
ofrecieron la corona a Teseo, quien se casó luego con Fedra y reinó por largos
años