Rococó y Neoclásico
Estos dos estilos son bien diferentes, el rococó el favorito
de la monarquía recargado y muy decorativo, y tiene relación con el antiguo régimen y el
neoclasicismo clásico y racional, está más acorde con las nuevas ideas ilustradas.
Lo observaremos en la arquitectura y en la pintura.
ARQUITECTURA
Palacio de Versalles
Arco de Triunfo (París)
PINTURA
Apoteosis de Homero (Ingres). Neoclásico.
COMPARACIÓN DE LOS DOS CUADROS
Tema.
Columpio. Tema profano y festivo. Representa al estamento
privilegiado, sin preocupación alguna, que juega y disfruta de su situación.
Apoteosis de Homero. Ingres vuelve su mirada a la
Antigüedad clásica en uno de los escritores griegos fundamentales: Homero. A él
le acompañan personificaciones de sus obras (Iliada y Odisea) y pintores
clásicos y renacentistas. Su obra es un canto a la Antigüedad y sus valores:
orden, razón, compromiso moral, por completo distinta al cuadro anterior.
Composición
El columpio muestra una composición triangular dominada
por una gran diagonal a la que se añaden otras menores (que dan movimiento a la
escena). El fondo boscoso envuelve la escena para darle intimidad, destacando
(por su colocación y color, la mujer del columpio)
En Homero se advierte una simetría total. Las figuras
se organizan en un triángulo central y varios rectángulos y cuadrados, dando
una sensación de estabilidad total, casi intemporal. En el eje de simetría
aparece Homero, elevado sobre el resto y coronado por una Victoria con su corona
de laurel
Línea
En el Columpio destacan las diagonales y las
líneas sinuosas que dan a toda la escena una idea de movimiento y sensualidad.
En Homero, por el contrario, lo que más observamos son
horizontales y verticales creando una retícula y, como decíamos antes, dan
tranquilidad y armonía a la escena.
Color
En el Columpio el cálido rosa de la mujer destaca
sobre la paleta fría del entorno (verde). Con poca saturación son colores
pálidos (pastel) que buscan elegancia y exquisitez. La pincelada es suelta
En Homero los colores, mucho más saturados, están
perfectamente equilibrados (un rojo en la izquierda concuerda con otro en la
derecha...). Aquí predomina el dibujo (la línea) que detalla perfectamente
todo.
Espacio.
En el Columpio, el autor nos deja movernos por una
espacio brumoso (ambiente vaporoso), lleno de pequeños rincones y sorpresas
(buscar los angelitos)
En Homero, todas las líneas de fuga nos conducen al
protagonista . El espacio está muy restringido (casi como un telón), y sólo la
escalinata frontal y el templo trasero, lo amplían brevemente.
Figuras.
En el Columpio las figuras son sumamente
idealizadas, intentando crear tipos de gestos aristocráticos, una belleza lánguida
(sin fuerza) que refleje a esta aristocracia. Sus movimientos, casi de ballet,
intensifican esta sensación
En Homero, por el contrario, las posturas son rígidas
y potentes. El canon es mucho más musculoso y grueso, con gestos muy
controlados: Frente al Columpio, sus posturas parecen las de gente que posa
ante el artista.
Comentario
Visto lo anterior el Columpio de Fragonard pertenece al
rococó y la Apoteosis de Homero al neoclasicismo.
Mientras en el primero vemos perfectamente reflejado el
Antiguo Régimen y sus privilegios que genera una sociedad ociosa, frívola, que
vive en torno a la corte del rey absoluto, por completo desconectada de la
realidad social, en Homero se busca un mensaje contrario, basado en Grecia y
Roma y en el mundo de la razón, que elogia no a los ricos sino a los
intelectuales (Homero) e intenta crear una nueva sociedad mucho más rígida,
moral y organizada.
1. La Tierra de Lancret
2. Retrato de Maria Antonieta, de Marie-Louise-Élisabeth Vigée-Lebrun
3. El juramento de los Horacios, de Jean-Louis David.
4. El señor y la señora William Hallet, de Thomas Gainsborough
5. La muerte de Viriato, José de Madrazo
Procedencia de parte de la entrada:
http://biombohistorico.blogspot.com.es/2014/01/comparacion-pintura-rococo-y-neoclasica.html